LITERATURA Y VALORES: "América, tierra de María y la Virgen de Aparecida"

Jueves 07 de Noviembre, 2019

 
Por: María Luisa Lecaros

Les presentamos la columna escrita por María Luisa Lecaros, quien nos comparte en esta ocasión el desafío que tenemos como católicos en América, por el gran regalo de ser hijos de una misma Madre.

América, tierra de María y la Virgen de Aparecida

Los pueblos de América compartimos a una misma Madre, lo que nos hace hermanos. No obstante, cada país nombra y venera a la Virgen bajo distintas advocaciones, según cómo ella se ha manifestado en determinados momentos históricos. Asimismo, existen diversas devociones al interior de cada país, como sucede en Chile: “María anda por nuestros poblados, calles, plazas… Es la Virgen de la Tirana; la Virgen Ayquina en Calama; la Virgen de las Peñas en Arica” S.S. Francisco (Iquique, 18 de enero). A continuación conoceremos la historia de la Virgen que apareció entre las aguas de un río en Brasil.

El nombre “Nuestra Señora de Aparecida” proviene de su impresionante aparición en el río Paraíba, un 12 de octubre de 1717, día en que nuestros pueblos conmemoran el descubrimiento de América. En ese tiempo la comarca iba a ser visitada por el entonces gobernador de la región de Guaratinguetá y los habitantes de la región decidieron honrarlo con la mejor de las pescas. Tres pescadores arrojaron sus redes y entre ellas descubrieron el cuerpo de una imagen de María. De una extensión de 40 centímetros y cuatro kilos de peso, el cuerpo de María estaba cubierto de un grueso manto bordado y tenía las manos juntas, en posición de oración. La imagen, sin embargo, no venía con la cabeza de la Virgen. Los hombres echaron sus redes por segunda vez y entre ellas apareció el rostro moreno de María. Volvieron a arrojar sus redes por tercera vez y obtuvieron una pesca tan abundante que no cupo en las embarcaciones. Uno de ellos llevó la imagen a su casa, donde le hizo un pequeño altar. Con el paso del tiempo y la continua visita de los lugareños, en 1745 se construyó el templo en honor a la “Aparecida”, imagen que es venerada hasta el día de hoy por 12 millones de fieles al año.

En cuanto a la origen de la imagen, se ignora cómo fue a parar al río, pero sí se conoce su autor: un monje de Sao Paulo llamado Frei Agostino de Jesús, quien la esculpió en 1650. Los estudiosos señalan que el color moreno de la imagen se debe al fango del río y al humo de las velas. Asimismo, la tradición afirma que el color moreno se debe a que María quiere estar junto a los oprimidos, los más pobres y excluidos, especialmente al pueblo negro presente en la historia de aquellos años en Brasil.  

El Santuario ha sido visitado por tres papas: san Juan Pablo II (en 1980), Benedicto XVI  (en 2007) y el Papa Francisco (en 2013, en la Jornada Mundial de la Juventud). En 2013 el papa Francisco se postró a sus pies, consagrándole su pontificado y el futuro de la juventud. También exhortó a los fieles a ser personas de alegría y esperanza, porque Dios también actúa en medio de las dificultades: «Si estamos verdaderamente enamorados de Cristo y sentimos cuánto nos ama, nuestro corazón se inflamará de tanta alegría que contagiará a cuantos viven a nuestro alrededor», dijo en aquella ocasión. Por eso, en este momento de la crisis social que atraviesa Chile y varios de nuestros pueblos vecinos, le pedimos que calme nuestras aguas y nos regale una abundante pesca de paz, justicia, fraternidad y esperanza. Virgen de Aparecida, ruega por nosotros.   

María Luisa Lecaros

mllecaros@gmail.com



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