Hijos con sus padres mayores, matrimonios con varias décadas cumplidas y personas mayores autovalentes o acompañadas por sus cuidadores, participaron en una misa especialmente organizada para ellos por la Pastoral de la Misericordia, que se encarga de dar acompañamiento espiritual y la comunión a quienes están enfermos o padecen de alguna enfermedad crónica, en sus domicilios.
La misa fue presidida por nuestro párroco el padre Francisco Cruz y el padre Javier Ibáñez, quien fue invitado a concelebrar. En la oportunidad se les dio la unción de los enfermos, que consiste en bendecirlos con un óleo especial sus manos y frente. Al final de la ceremonia se les entregó a cada uno la “Misericordina”, una caja de “remedio para el alma” que incluye un Rosario en su interior.
La tarde terminó con momento de encuentro y conversación, entre todos los que asistieron, quienes fueron especialmente acompañados y atendidos por el grupo de voluntarias que integran la Pastoral de la Misericordia.