María Ignacia Pérez visita la capilla casi a diario, desde hace tres años. En Pentecostés asumió formalmente como coordinadora de la Pastoral de Adoración junto a Carolina Echenique, con quien vela por el cuidado y vida de la Capilla de la Santísima Virgen María, un espacio querido por la comunidad, en que hay adoración al Santísimo desde las 8:00 a 20:00 horas, de lunes a viernes.
“Ha sido una experiencia muy linda. Me ha sorprendido la entrega y el gran trabajo que se hace. El padre Francisco es un motor, y el equipo tiene puesta la camiseta con fuerza. Hay muchísimas actividades que congregan a las personas día a día”, comenta.
El equipo se encarga de mantener la capilla siempre abierta en horario, con turnos de adoradores activos, flores frescas, material de oración, y un ambiente acogedor. También organizan actividades como laudes, vigilias, oraciones diarias y todo lo relacionado con la adoración.
“La capilla se ha convertido en un lugar de encuentro espiritual, donde muchos vienen a rezar en silencio, compartir en comunidad o simplemente estar en presencia de Dios. Es un honor cuidar este lugar precioso”, afirma.
María Ignacia explica que poco a poco se han ido sumando más personas a los turnos fijos, lo que permite asegurar que la capilla permanezca abierta para todos. “Ojalá se animen más personas a unirse”.