En esta solemnidad celebramos la presencia de Cristo en la Eucaristía, centro de nuestra vida espiritual. Para festejarlo y preparar nuestros corazones, el sábado por la noche tuvimos una Vigilia frente al Santísimo. El domingo realizamos una procesión, al inicio de cada misa, por la alfombra de colores que hicieron los niños, junto a sus familias, que participan en la Pastoral Infantil.
Por qué celebramos Corpus Christi
Durante la Misa, el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesús, en lo que la Iglesia llama transubstanciación (cambio de sustancia), que sucede en la Consagración cuando el sacerdote dice las palabras: “Este es Mi Cuerpo”, “Esta es Mi Sangre”, “Hagan esto en memoria Mía”.
Esta fiesta nace de la mano de Santa Juliana de Lieja, monja del siglo XIII nacida en Bélgica. Durante su vida tuvo varias visiones para que se instituyera esta celebración, la que impulsó como priora de su convento, y que sería el inicio del camino de la celebración de Corpus Christi.
Corpus Christi tradicionalmente se celebra el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad. Sin embargo, muchas provincias eclesiásticas lo trasladan al domingo siguiente, para que pueda participar más gente.