En la celebración de Corpus Christi, 38 niños de la Parroquia vivieron un momento inolvidable al recibir por primera vez el Cuerpo de Cristo. La Misa fue presidida por el Padre Francisco Cruz y acompañada con emoción por sus familias, catequistas y la comunidad.
Mónica Undurraga, una de las cinco catequistas que prepararon a los niños, expresó: “La posibilidad de acercar a los niños y sus familias a Jesús nos produce una gran satisfacción y alegría. Contribuimos a motivar que cada familia viva como una verdadera Iglesia doméstica, donde se anuncie a Jesucristo y se celebre la vida”.
Para las familias, el proceso fue tan importante como el día mismo de la Primera Comunión. Así lo comparte Lorena Arteaga, mamá de Ignacio Claverie: “Para nuestra familia significó un reencantamiento con la Iglesia y la fe. El proceso fue enriquecedor y nos entregó una instancia única para compartir, recordar y aprender el significado de recibir a Cristo en nuestras vidas”.
Por su parte, la catequista Pilar Palou destacó el sentido profundo de esta jornada: “Es un de celebración en el cielo y la tierra. Y también de agradecimiento a Dios por el inmenso regalo de la Eucaristía, que todos podemos recibir desde el día de la Primera Comunión”.
