Hermana Gloria Narváez y sus años de secuestro: "Mi espíritu nunca estuvo privado de libertad"

Jueves 26 de Junio, 2025


 

La hermana Gloria Narváez, religiosa colombiana, fue secuestrada por Al Qaeda durante casi cinco años, en pleno desierto del Sahara, bajo condiciones extremas: temperaturas de hasta 60° y privaciones constantes. De voz suave y presencia humilde, compartió con nuestra comunidad un estremecedor testimonio de fe y esperanza en medio de la adversidad.

Gloria vivía su vocación misionera en Mali, África, donde su congregación atendía un orfanato y un centro de salud. “Quisieron llevarse a la hermana más joven, pero me ofrecí por ser la responsable de la comunidad”, relató.

Durante su cautiverio fue encadenada, privada de alimento y agua, y presionada para renunciar a su fe. “Me pedían que me convirtiera al islam. Nunca respondí con palabras, solo con respeto y silencio. La fe y los salmos fueron mi refugio. Sabía que muchas personas rezaban por mí. Eso me daba serenidad”, afirmó.

A pesar de la oscuridad del secuestro, mantuvo viva su vida espiritual. Cada mañana rezaba como consagrada a Dios, improvisaba su Rosario con piedritas del desierto y hacía adoración al Santísimo dibujando un cáliz en la arena. “Dios hace milagros por nosotros”, dijo con firmeza.

Fueron 4 años, 8 meses y 2 días de secuestro, en los que nunca perdió la certeza de estar acompañada por el Señor. Fiel al carisma franciscano de su congregación, encontró a Dios incluso en la belleza del cielo estrellado y la luna del desierto: “Todo me hablaba de Dios”.

Hoy, la hermana Gloria vive en Colombia, su país natal, donde acompaña a mujeres y familias que han vivido el drama del secuestro. Su testimonio es un faro de luz para quienes atraviesan el dolor y la incertidumbre.

Su visita a Chile fue posible gracias a Ayuda a la Iglesia que Sufre, organización católica que apoya a los cristianos perseguidos en todo el mundo.



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