Mamás de sacerdotes comparten su experiencia de fe y acompañamiento

Sábado 28 de Junio, 2025


 

En un íntimo y emotivo encuentro, las mamás de tres sacerdotes compartieron cómo han vivido el camino vocacional de sus hijos. Conversamos con Soledad Pinochet, madre del Padre Guillermo Greene; Beatriz Amunátegui, mamá del Padre Alejandro Vial; y María de los Ángeles Amenábar, madre de nuestro párroco, el Padre Francisco Cruz.

Cada historia fue distinta, pero todas estuvieron marcadas por la fe y la confianza en Dios.

“Uno de los niños decía que tenía muchos auspiciadores”, comenta con una sonrisa María de los Ángeles, recordando cómo el escritorio de su hijo se fue llenando de estampitas y santos. Aunque no fue una sorpresa, la decisión del Padre Francisco de entrar al seminario llegó cuando pasaba a quinto año de Derecho. “Nosotros ya lo suponíamos. Lo único que esperábamos era que él nos contara”, recuerda.

En el caso del Padre Alejandro Vial, su entorno familiar ya incluía vocaciones religiosas: un tío salesiano y primos de otras congregaciones. “Se crió en ese ambiente. La sacerdocio era algo natural para él”, cuenta su mamá, Beatriz Amunátegui.

Más inesperada fue la vocación del Padre Guillermo Greene, quien creció en un hogar con educación laica y un padre agnóstico. A la vez, en  un ambiente de mucho amor entre los padres y con un testimonio de vida de generosidad y compañerismo entre ellos. Con la preparación para su Primera Comunión, el Padre Guillermo comenzó a participar en su Parroquia, cada vez de manera más activa. “Nunca habló del tema, ni nosotros le preguntamos, hasta que llegó el momento de decidir qué estudiaría al salir del colegio", relata su madre, Soledad Pinochet.

Un hecho profundamente significativo en la familia del Padre Francisco Cruz fue la curación de su nana, luego de encomendar su salud al beato Alberto Hurtado. Años más tarde, ese milagro sería reconocido por la Iglesia, impulsando la canonización del santo chileno. “Fue un hecho que marcó su vida”, comenta su madre.

Cuando se les pregunta cómo transmitieron la fe a sus hijos, las tres coinciden en lo mismo: “con testimonio de vida, en libertad y sin presionar”. Hoy, continúan acompañándolos. Los sacerdotes mantienen una cercana relación con sus familias, a quienes visitan semanalmente, veranean con ella y participan en sus celebraciones. Las tres coinciden que en casa “siguen siendo uno más” y que pueden  contar siempre con ellos.



Regístrese aquí para recibir nuestras noticias:
Desarrollo de M&C Gestión Digital