CALI (Contribución a la Iglesia)

Junten tesoros y reservas en el cielo, donde no hay polilla ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones  para romper el muro y robar. Pues donde está tu tesoro, allí estará tu corazón. 
(Mateo 6, 20-21)

¿Cómo podemos colaborar con la misión de la Iglesia?

Además de participar y colaborar en las actividades pastorales y decatequesis, todos los bautizados debemos ser co-responsables con la misión de la iglesia entregando el 1% de nuestros ingresos mensuales.

Con este dinero se financia, en parte, el trabajo pastoral, se pagan los gastos de mantención de parroquias y capillas (luz, agua, gas), se construyen nuevas capillas, se cancela un subsidio mensual a los sacerdotes (congrua), se capacitan y preparan nuevos catequistas y así los gastos suman y suman... Lo que se recolecta actualmente no alcanza para cubrir las necesidades de la Arquidiócesis. Por eso, es necesario que todos los católicos entreguemos puntualmente nuestro aporte a la Iglesia. De esta manera estaremos cumpliendo con el Quinto Mandamiento de la Iglesia.


Un Antiguo Mandamiento

El aporte económico al culto es una antigua necesidad de la que ya da cuenta el Antiguo Testamento. Después que Moisés y Josué llegaron a la Tierra Prometida, la tribu de Levi se dedicó exclusivamente al culto, desprendiéndose de sus tierras. Ante ello, el resto de las 11 tribus de Israel debieron sostenerla  materialmente. Es por esto, que la contribución del 1% es un signo de pertenencia a la Iglesia. Los católicos somos co-responsables, con nuestros talentos y nuestro aporte material, en el cumplimiento de la misión entregada por Jesucristo: “Vayan y hagan discípulos míos a todos los pueblos de la Tierra”.


¿Por qué dar el 1%?

En el Nuevo Testamento, por su parte, se resalta el gesto de la viuda que pese a su pobreza entregó dos monedas para la mantención del templo de Jerusalén. A San Pablo, cuando fue enviado a predicar a Asia Menor, se le encargó preocuparse de una colecta para ayudar a las necesidades de la Iglesia de Jerusalén

La Iglesia es de origen divino, pero está compuesta por hombres que viven en medio de las realidades materiales. Por ello, necesita de lugares de culto, de reuniones, medios para la evangelización, transportes y también la mantención de quienes se consagran al servicio divino.

Si Usted desea efectuar Transferencia Bancaria

Banco de Chile
Cta. Cte. Nº 162-02057-00
Parroquia San Francisco de Sales
RUT 72.777.100-K

Avisar a vochsenius@iglesia.cl

Si Usted desea inscribirse como Contribuyente Sólo debe llenar un Mandato  existente al costado de los buzones  del 1% en el Templo y en la oficina parroquial.

Para mayores informaciones,
contactar a Víctor Ochsenius
F: (2) 2426719 anexo 13
Cel: 8-2895722
E-mail: vochsenius@iglesia.cl

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