Cada domingo de Cuaresma, un feligrés de nuestra comunidad parroquial compartirá una reflexión para que cada uno de nosotros pueda detenerse unos minutos y regalárselos al Señor.
Agradecemos a Carola Reyes por las palabras de esta semana.
SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA
Estamos entrando en la 2ª semana de Cuaresma y lo hacemos de la mano del Evangelio que nos narra la Transfiguración de Nuestro Señor. La luz reina, la certeza del triunfo de la vida sobre la muerte es cada vez más potente. Cuaresma no es un caminar tristes, cabizbajos con cenizas en la cabeza, es caminar mirando hacia adelante, hacia la Pascua, teniendo como punto de fuga el triunfo de Jesucristo en la Resurrección.
Este año, luego de una pandemia que nos mantuvo en cuarentena, y en el cual vivimos momentos difíciles, muy duros, no puede dejarnos impávidos, hagamos un cambio radical en nuestras vidas, animémonos a salir, a salir de nosotros mismos, a ponernos de pie, a no esperar otra cuaresma más para volvernos hacia el Señor, este es el tiempo preciso, este es el tiempo favorable para caminar con Él, hacia Su Pascua y Resurrección.
Mantengámonos firmes en la oración, porque es a través de ella que aprendemos a hacer silencio para escuchar al Padre y ser conscientes de su presencia en la vida cotidiana, en la vida del día a día, en lo simple y sencillo, no solo en lo extraordinario.
Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a reconocerlo en cada acontecimiento y experiencia diaria, que nos dé la sabiduría para hacer su voluntad y que no sea necesario vivir y presenciar Su Transfiguración para creer verdaderamente en Él.
Amén.
